Por las calles

Se apoyó en un coche y sacó un cigarro, mirando el edificio que había delante de ella. Bien bonito, como debían de ser todos los edificios donde viviesen las personas guapas, ricas y limpias que vivían en Alemania y en todo el mundo.
Se quedó ensimismada pensando en todo aquello, cuando sacudió la cabeza y comenzó a buscar el mechero para encender el cigarro. Sabía que si seguía el hilo de aquellos pensamientos la muerte y sus billetes de ida sin vuelta la marearían durante toda la noche. Y aquella noche en especial iba a tener que ser lo más optimista posible, si quería sobrevivir.
Seguía buscando por sus bolsillos, sin resultado.
- Vamos, no me j*das... - gruñó, sin encontrar el mechero.

Un niño de papá. Ay, son como una plaga - pensó, meneando la cabeza mientras miraba al chico.
- ¿Tienes fuego? - le preguntó, ignorando su pregunta.

Seguro que era la tipica pijareprimida que vivia de las tarjetas de credito de papi y de su madrastra pobre incorprendida intente no reirme y saque el mechero
-Las palabras magicas?

- ¿Te estamparé si no lo haces? - contestó, alzando una ceja. Comenzó a juguetear con el cigarro entre sus dedos, mientras la ansiedad por la nicotina empezaba a adueñarse de ella - No es mi mejor noche, "cariñín". Prueba mañana a j*derme, puede que incluso te sonría.

- ¿Ves? En el fondo de tu helado corazón de pijo repelente hay un poco de humanidad - encendió el cigarro y le devolvió el mechero mirándole con curiosidad - ¿Qué te hace pensar que soy una niña de papá? - preguntó, dándole una larga calada.

- ¿Si soy borde significa que estoy podrida de dinero? Eso no tiene lógica - rodó los ojos - Conozco a bordes pobres y a bordes ricos.
- Vamos, di la verdad, los de su propia especie se reconocen. ¿Me equivoco, Conde du Sarcasm?

- Claro, salta a la vista. Ropa de marca, cigarros, acabas de salir del pub más cool de la ciudad... Te integras muy bien entre la gente - Ironizó, señalándolo - Asómbrame, ¿vas a un colegio de pago?

- Ahora estudio en la academia Spence - hizo una mueca de desagrado - También conocida como "tu última oportunidad antes de darte una patada en el culo"

- Es posible. Allí todas son muy buenas en plástica - forzó las comisuras hasta estirarlas en una sonrisa falsa - Pero ni lo sueñes, estaré fuera de allí antes del almuerzo. O tal vez del desayuno si vigilan las habitaciones de noche - levantó una ceja, divertida.

-ten cuidado barbie no vaya a ser que papa no quiera pagarte el arreglo de las arrugas
Rei
-intentalo estan echos a prueba de putadas

- ¿No me digas? ¿El malo malote ya lo ha intentado? ¡Tiemblen rubias teñidas, el mal se acerca! - puso los ojos en blanco - Ah, y papá se niega a pagar nada. Ya sea mi cara o el último suelo de mármol. Suele salir de mi bolsillo, lo que me obliga a privarme de algunas "fiestecietas". Cosa que tú, por lo que veo, no haces.

- La competencia siempre disgusta, ¿no? - Volvió a forzar la sonrisa - Parece que tu y yo podemos tener conversación para rato. ¿Cómo te llamas? - preguntó, mirándole de arriba a abajo.

- Cualquiera que te viese diría que no rotundamente. Pero las apariencias engañan - ladeó la cabeza y continuó hablando - Yo soy Kat. Katherine, ya sabes. Pero todos los nombres del estilo Kath, Kate, Kitty y todos los sobrenombres que se te puedan ocurrir me parecen soberanamente estúpidos y prefiero que no los utilices conmigo.

-ohh que lastima porque seme ocurrio una muy bueno..es kitty quiti follen...che que lastima en fin...te dire kat

- Está muy visto - respondió, levantando una ceja - Bueno, Elias, yo me voy a la academia Spencer de señoritas y señoritos guapos, mañana me espera una gran bienvenida. Seguro que lo hacen todos con los brazos abiertos... como siempre - ironizó, dándose la vuelta y comenzando a caminar. Se paró y se giró hacia él - Hey, si me aburro de escuchar conversaciones sobre tarjetas y arrugas... ¿puedo buscarte allí para discutir?

Le miró con odio y puso los ojos en blanco.
- Oh, que te j*dan. Sabes que te voy a encontrar, malote del tres al cuarto. Que pases una mala noche, capullo - siguió caminando, aumentando la velocidad.